La explicación del canto mañanero de los gallos


¿Por qué los gallos cantan en las mañanas?


Antes de que salga el sol, se oye sea lejos o cerca el canto de un gallo, todo un estereotipo como despertador por las mañanas, tanto que cuando se nos hace tarde decimos: “… es que se me durmió el gallo”.



¿Por que cantan al amanecer?

Algunas personas sostienen que sólo se trata de la reacción de la luz en los ojos del gallo, que es lo que lo lleva a cantar al salir el sol. Se ha probado encendiendo bruscamente una luz brillante en medio de un gallinero oscuro, durante la noche, para ver si el gallo canta. En algunos casos el gallo ha respondido a la luz y ha tratado de cantar como lo hace al alba, pero lo ha hecho de una manera muy miserable e ingrata. Todo el que conozca bien el verdadero canto de un gallo sabe que cuando lo hace a mediodía, o a la luz de una linterna o luz eléctrica, sólo hace una imitación a la que algo le falta.

La maravillosa obra teatral “Chantecler”, nos demuestra que aunque el gallo viejo y alegre creía que era él quien hacía salir el sol con su canto, descubrió una vez, para gran desencanto suyo y detrimento de su vanidad, que cierta mañana en que se quedó dormido el sol salió sin que el gallo cantara, y desde entonces fue en el gallinero un rey destronado y vencido, que había perdido todo el respeto y la admiración de sus compañeras. Y, desde luego, hay hoy en el mundo quienes creen no solamente que el sol sale porque así ellos lo disponen, sino que creen que también ayudan a que el mundo siga dando vueltas, y algún día tendrán la amarga y triste comprensión y desencanto que tuvo el gallo de la célebre comedia.

Fragmento de la película "Rock-A-Doodle (Amigos inseparables)", la historia animada del gallo Chantecler.



La verdad de todo este asunto es que las sensitivas facultades psíquicas del gallo reciben la acción del efecto magnético del sol cuando sale, y este efecto magnético no depende de los brillantes y gloriosos rayos del sol, al surgir en el horizonte.

En muchos experimentos de radio y en pruebas eléctricas y magnéticas, lo mismo que en viajes en alta mar y en el desierto, se ha comprobado que hay un efecto magnético en la atmósfera y en la tierra en el distrito inmediato a la salida del sol, antes de que éste sea visible por encima del horizonte, y antes de que el sol haya en realidad teñido el cielo con su brillo.

Por estos y muchos otros experimentos se sabe que estos periodos tienen un efecto magnético en el estado de la tierra y en todas las cosas vivientes, incluyendo la vida animal y vegetal.

Ahora bien, el gallo está especialmente adaptado con respecto a la sensibilidad psíquica de cierta clase. Otras pruebas se han llevado a cabo, y hay experimentos que demuestran que el gallo, lo mismo que otros animales como gatos y perros, son muy susceptibles a las influencias mentales, psíquicas o de otra clase, siempre de índole intangible. Por eso el gallo canta a consecuencia de una reacción psíquica de sus centros psíquicos, debida a la influencia de las radiaciones magnéticas del sol que está a punto de surgir en el horizonte.




Obviamente, el gallo no sabe que su canto está relacionado con la salida del sol, excepto en cuanto se refiere a que la llegada de la luz lo hace sentir que es tiempo ya de levantarse; y eso es todo lo que él siente cuando alguna luz artificial lo despierta del descanso, y en esas ocasiones trata de hacer lo que él acaso piense que es su deber o lo natural, y por eso es que su canto parece entonces ser artificial y completamente distinto al canto natural de la salida del sol.

Además de las cuestiones sensitivas, el canto del gallo también tiene que ver con su honor. Puesto que los gallos quieren demostrar su autoridad o poder dentro de su territorio, lo hacen de diversas formas, el canto es una de ellas, también la hinchazón y el color de su cresta, así como sus técnicas de seducción hacia las hembras.

Al estar en lugares reducidos como los gallineros, quieren demostrar su dominación sobre los demás, por eso, aunque cantan durante todo el día, sin embargo, lo idóneo para ellos es demostrar al inicio del día quien manda ahí, y si por alguna razón algún gallo joven que viva en el mismo gallinero responde con algun canto, comienza la rivalidad, sea vocal o física… al final prevalece el más fuerte.

Existe aparte, una creencia que afirma que los gallos cantan para ahuyentar los malos espíritus.



En la iconografía cristiana el gallo cantando representa la resurrección de Cristo y es uno de los elementos que acompañan a las representaciones de San Pedro. El papa Nicolás I ordenó la colocación de la figura de un gallo en la parte más alta de los templos para simbolizar las tres negaciones que San Pedro hizo de Jesús tras la última Cena. Como en la parte más alta de los campanarios ya existían las veletas para señalar la dirección del viento, hubo que situar al gallo en la parte superior de éstas.

En México y España los gallos cantan “quiquirikí” o “kikirikí”, como uno guste, pero en otros paises lo hacen con otras onomatopeyas:

Estados Unidos - cock-a-doodle-doo
Rusia - ku-ka-re-ku
Noruega - kykeliky
Italiano - chicchirichí
Francia - cocorico
Holanda - kukeleku
China - gou gou
Finlandia - kukkokiekuu
Alemania - kickeriki
India - kukru:ku:
Japón - kokekokkoo
Turquía - kuk-kurri-kuuu
Corea - kko-kki-yo
Suecia - kuckeliku
Tailandia - ake-e-ake-ake


Fuentes:
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