No más ¡Guau!



En el 2009, Pixar estudios nos regaló UP, una película animada que contaba la historia de un viudo de edad avanzada llamado Carl Fredricksen y un niño scout de nombre Russell, quienes viajan a Cataratas del Paraíso en Sudamérica, a bordo de una casa flotante suspendida con globos de helio.

Si vieron esta maravillosa película, seguro recordarán a Dug, Beta, Omega, y al maloso dobermann, Alpha, cuatro perros que gracias a un collar de alta tecnología, podían hablar.





Pues dicha tecnología ya no solo pertenecerá a las películas o dibujos animados, un grupo de investigadores escandinavos se propuso la tarea de lograr traducir los pensamientos de nuestros canes al lenguaje humano, gracias a No More Woof (no más ladridos)..

El proyecto puede sonar un tanto disparatado, pero sus creadores señalan que es bastante sencillo, puesto que se valen de mecanismos técnicos ya utilizados en otras áreas, como la electroencefalografía y la microcomputación. 

La tecnología ya está ahí, lo que hacemos básicamente es empaquetarla de una manera diferente”, dice Per Cromwell, cofundador de la Sociedad Nórdica para la Invención y el Descubrimiento, el laboratorio que se dedica a desarrollar este producto.


¿Cómo funciona?

Se trata de una especie de cascos que utilizan avanzadas técnicas para captar lo que el perro quiere decir. Lo primero que hace el dispositivo es medir las señales eléctricas de la mente del animal a través de sensores de encefalogramas. Luego una interfaz computadorizada los convierte en palabras, que son proferidas por un pequeño altavoz acoplado al aparato. “Cada cerebro genera patrones cuando piensa, por lo que solo tenemos que mapear estos patrones e interpretarlos. En el caso de los perros, hemos logrado identificar y distinguir entre las sensaciones de cansancio, enfado, curiosidad y hambre”, explica Cromwell.

En momentos en que la actividad cerebral es claramente intensa al conocer a alguien, los expertos lo traducen en este programa como «¿quién es usted?». En este sentido, los expertos han explicado que los perros «piensan» de una manera diferente a los humanos, ya que las señales del cerebro de estos animales indican emoción, es decir, la actividad muestra más un «estado mental» que un «pensamiento».

Aunque de momento los perros solo pueden expresarse con un único tipo de voz, los investigadores están trabajando para que haya un abanico de timbres y sonidos que se adapten a la raza y personalidad de cada can. Además, pretenden ofrecer el producto no solo en inglés, sino también en francés, español y chino.

“Escuchar lo que está pensando un animal es un concepto fascinante, y poder comunicarse con ellos es un sueño para muchas personas”, opina Cromwell. En apenas un mes consiguieron recaudar 20.000 dólares –el doble de la meta que habían establecido- para financiar su investigación. 

En la página de la campaña se puede aportar pequeñas donaciones o adquirir por adelantado un prototipo del producto. Hay cuatro versiones disponibles en la preventa, cuyos precios varían entre 65 y 600 dólares, de acuerdo con la cantidad de funciones y el grado de precisión del dispositivo. Los investigadores resaltan, sin embargo, que todos los prototipos iniciales (que los compradores recibirán dentro de dos meses) serán muy básicos. 






Fuentes:
No more woof / Appy Geek / El país 



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