Niños de la calle con su mejor amigo

Dicen que los perros adoptados son aún más nobles que cualquier otro, y que cuando adoptas a uno, sus acciones y actitudes son muy particulares, al grado de que son consideradas como señas de agradecimiento.

Sam Edmonds es un fotógrafo con una gran trayectoria profesional, y en uno de sus viajes a Dhaka, Blangadesh, se encontró con un grupo de niños huérfanos acompañados por sus perros adoptados de la calle.

Ante tal escena, Edmonds decidió hacer una sesión fotográfica a cual que llamó Robindra Boys, y está centrada en una comunidad de niños de la calle que quedaron huérfanos, pero no solos gracias a la familia que han formado con sus perros adoptados.

Estos chicos viven en un parque llamado Robindra Shorbod, donde la comida que consiguen, la comparten con sus amigos de cuatro patas llamados Tiger, Romeo, Bala, Kula, Moti, Michael, Tom, Jax, Lalu, y Bagha.

Para cada uno de estos retratos, Edmonds instruyó a los niños solamente para posar; pero los perros quisieron ser parte de la imagen, por lo que el fotógrafo logró captar el compañerismo que hay entre especies. Las tiernas imágenes exhiben a la pareja apoyándose el uno al otro.

Edmonds se reunió con los niños durante su visita a Bangladesh y a través de Obhoyaronno, una organización no gubernamental que se ha comprometido a cambiar la matanza generalizada de perros de la calle y que se dedican a la integridad personal y salvar vidas mediante la esterilización, castración, y la vacunación de los animales para después devolverlos a exactamente el lugar donde fueron encontrados. Los perros de los chicos se encuentran entre los que se ayudaron gracias a esta organización.