Estos perros hicieron lo inimaginable para salvar sus vidas




Rocky, el pastor alemán que masticó su propia pierna


Tiffany Norton, una voluntaria que se especializa en ayudar pastores alemanes abandonados, no podía creer lo que sus ojos veían cuando Rocky llegó a ella. 

Era un domingo de noviembre, cuando el dueño de Rocky lo llevó al refugio afirmando que no sabía por qué su perro había masticado su pierna. Después de un cuidadoso examen, se hizo evidente que el animal seguramente estuvo atado con una cadena o cuerda, y que esta fue envuelta alrededor de su pie con tanta fuerza que le bloqueó la circulación, así que tuvo que morderse para liberarse del confinamiento y el dolor.

Debido al estado físico de Rocky, el refugio decidió trasladarlo al Alicia Pet Care Center en la ciudad de Mission Viejo, Condado de Orange, CA para obtener ayuda de los veterinarios, y fue ahí donde se le descubrieron "marcas de ligaduras, además de heridas purulentas" en la pata trasera.

Maria Bromme, uno de los profesionales que se ocupaban de los perros, dijo que después de que Rocky entró y le quitaron las vendas, la vista era realmente horrible y desgarradora, se había comido casi media pierna. La infección fue tan mala que los veterinarios se vieron obligados a retirarle la pierna con el fin de salvar su vida, pero él se recuperó éxitosamente de la cirugía y ahora camina bastante bien en sus 3 patas. 

Si quieren seguir más de cerca su caso y apoyarlo, visiten: www.rosyandrocky.com o http://coastalgsr.org








Willow, la Husky que comió piedras


Willow es una perra que fue encontrada en un estado lamentable el pasado 31 de enero, pesando 15 kilos, casi la mitad de lo normal en un perro de su raza a esa edad. Ella literalmente comió piedras para salvar su vida.

Un buen samaritano la encontró y llevó a la Sociedad Canadiense de Protección de Animales (SPCA en inglés) e inmediatamente Willow fue trasladada de urgencia al Hospital Animal Dewdney en Maple Ridge, donde recibió tratamiento.

Se le ha evaluado con una puntuación de “uno” en una escala de “condición del cuerpo canino” de uno a nueve, lo que significa que está gravemente desnutrida”, dijo el oficial de protección animal de la BC SPCA, Eileen Drever.

Cuando llegó por primera vez, Willow era incapaz de acostarse debido al dolor abdominal causado por rocas y tierra en su tracto gastrointestinal”, comentó Drever. “No había restos de comida en el estómago por lo que pensamos que estaba comiendo grava (rocas pequeñas) para tratar de mantenerse con vida.”

Actualmente Willow ha ganado peso desde que fue rescatada y mejora cada día aferrándose a la vida como pocos lo hacen. “Apenas podía caminar cuando ella entró. Sus músculos son todavía muy débiles y a veces pierde el equilibrio, pero ahora es capaz de caminar”, añadió Drever.

La imagen de Willow recorrió todo Canadá con el fin de identificar al responsable de este hecho repudiable y efectivamente la difusión dio sus frutos. “Recibimos una llamada de un vecino que reconoció a la perra después de verla en los medios de comunicación”, declaró Marcie Moriarty, jefe de prevención y ejecución de la BC SPCA. “La información de este individuo condujo a la identificación del dueño de la perra, un residente y estudiante universitario de Coquitlam de unos 20 años. Después de haberlo oído creemos que hay pruebas suficientes para seguir adelante con los cargos de crueldad animal en virtud tanto de la ley de Prevención de la Crueldad a Animales y el Código Penal de Canadá”.

Aún se desconoce las condiciones en las que vivía la perra y si llegó a escaparse (que es lo más seguro). Por el estado en el que se encontraba se presume que estuvo varias semanas sin comer nada a excepción de piedras.

La Sociedad de la Columbia Británica para la Prevención de la Crueldad contra los Animales es una organización sin fines de lucro dependiente de donaciones públicas y su misión es proteger y mejorar la calidad de vida de animales domésticos y silvestres en Columbia Británica (BC).

Mientras, Willow se recupera bien, según la SPCA. El organismo lanzó una campaña para recoger fondos y financiar los cuidados que la perra necesitará en los próximos meses y que llegan hasta $20,000 dólares, afortunadamente ya han recolectado más de $14.000 y los donativos siguen en aumento.

Si quieren hacer su donativo pueden hacerlo aquí.



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