Pitbull logra ir a la escuela junto a su pequeño amo



Stevie es perro raza Pitbull que a pesar de que se lleva bien con otros perros y le encantan las personas, tenía prohibido ir a la escuela de su mejor amigo Anthony Merchante, un niño con varias discapacidades graves, como parálisis cerebral y espástica, un trastorno convulsivo y, además, no puede hablar. Para moverse, depende constantemente de una silla de ruedas. También sufre ataques en los que no puede respirar y Stevie está especialmente entrenado para avisar a la gente cuando el pequeño va a tener uno de estos episodios y sabe cómo subir a la silla de ruedas junto a Anthony para detenerle la cabeza y ayudar a que su respiración no sea obstruida.

Mónica, la madre de Anthony, trató de convencer durante dos años a la Junta Escolar del Condado de Florida para que permitiera el acceso de Stevie, un perro que ya estaba entrenado para acompañar a su hijo, pero la dirección escolar le negó la petición en diversas ocasiones, argumentado que el perro no pertenecía a la escuela y que si lo querían llevar, tenían que ponerle una serie de vacunas adicionales que eran innecesarias, contratar un seguro de responsabilidad civil y que, además, Mónica debería pagar por una persona que acompañara al perro en todo momento. Tras las negativas, llevo el caso ante el juez de distrito, y Anthony encontró un amigo en el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

El juez comprendió que se trataba de una petición razonable y lógica, y que así como en una escuela se ayudaría a un niño sin discapacidad a ir al baño, se ayudaría a un niño diabético con su inyección de insulina o se permitiría a un niño con discapacidad física el uso de su silla de ruedas motorizada, a Anthony se le permitiría el acceso con su perro.

Mónica, quien cría sola a su hijo, ha pagado para entrenar a Stevie bajo las especificaciones de las Normas Internacionales de Asistencia para perros. Está educado para saltar sobre un sensor que activa una alarma para captar la atención de los cuidadores. También lleva un chaleco rojo de servicio sanitario que tiene suministros médicos, así como instrucciones detalladas sobre la forma de responder ante las emergencias médicas.

Stevie no es sólo un perro de asistencia, es un perro de casa, un miembro de la familia, el mejor amigo de Anthony. “Le encanta Anthony”, dice Mónica. “Y Anthony ama a Stevie, también. Duermen juntos y son prácticamente inseparables”. 

Los entrenadores de perros de servicio, aseguran que es mucho mejor si los animales pasan todo el tiempo posible con sus “usuarios”, ya que se genera un vínculo muy especial. 


 



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