Él es ‎Ñero, el agente de policía perruno que cuida las calles colombianas



Ñero es un simpático perrito cruza de Schnauzer que desde hace 8 años, patrulla las calles del barrio Diana Turbay en la localidad de Rafael Uribe Uribe de Bogotá, Colombia.

Siempre es el primero en presentarse a guardia. Llega con su uniforme impecable, el mismo que una vecina de la estación policiaca, María Isabel Montiel, le confeccionó a su medida. Siempre se pone al frente de sus compañeros y escucha atentamente las órdenes del comandante. Después se sube rápidamente a la moto en la que recorre las calles del sur de Bogotá.
Quienes lo conocen afirman que no es un perro policía normal, ya que no fue amaestrado. ni es de las razas tradicionales en el mundo policiaco. Y a pesar de los 8 años que ya tiene, eso no ha sido impedimento para Ñero ya que su energía sigue intacta en cada uno de los patrullajes que realiza por el sector.

Según sus compañeros uniformados, la historia de Ñero es increíble. 

Para empezar, Ñero no tiene dueños, se puede decir que es un perro de la calle. Pero eso sí, cuenta con su propio resguardo en la estación de policía y va a ella cada vez que tiene frío o hambre. Quienes trabajan allí, hacen colectas para comprarle su comida y llevarlo al veterinario.

En 2015 Ñero estuvo perdido durante tres meses. No se presentó a la guardia ni se le vio recorrer las tiendas del sector en busca de las porciones de salchichón que tanto le gustan y le regalan. Los policías lo buscaron sin éxito durante todo este tiempo. Pensaron lo peor. Sin embargo, así como se fue, volvió a las puertas de la estación. Luego se supo que una vecina lo creyó perdido y se apropió de él. Ñero se le escapó tan pronto pudo para regresar a su hogar.





Ñero además es todo un sobreviviente. Logró recuperarse de un accidente que incluso dejó un policía muerto y otro herido; ha sido sometido a cirugías para seguir caminando; fue atropellado por un carro fantasma y hasta recibió una puñalada. Ñero tal vez no es consciente de sus proezas, pero los vecinos que lo ven siempre junto a la Policía sí lo reconocen como todo un héroe. 

“Es querido por toda la comunidad de los barrios Palermo y Diana Turbay, tanto, que las familias han venido con sus hijos para tomarse fotos con él cuando está uniformado”, afirma el subintendente José Daniel Yepes, quien se dice su mejor amigo.

Hoy es tratado como un miembro más del CAI. En parte, porque algunos uniformados aseguran que en él está el espíritu del patrullero John Edward Morales, quien falleció hace unos cuatro años, luego de que un bus embistiera la moto en la que se movilizaba con otro compañero, José Lucano Castellanos, y el propio perrito.

Muchos dicen que mantiene los ademanes de su difunto amigo. Otros aseguran que el alma del agente permanece en el pequeño de cuatro patas. También cuentan que el porte y la elegancia que Ñero muestra al permanecer firme en la motocicleta son los mismos de Morales. El perrito no entiende de eso, solo sigue cumpliendo con su deber. “Alrededor del CAI hay otros perritos pero ninguno como él. Su valor es innato y su compromiso con el servicio es increíble”, asegura el policía Yepes.

Ñero no es un perro cualquiera ni un compañero cualquiera. Ha llevado, a su manera, una vida extraordinaria. Ya tiene sus años pero, tal y como asegura el veterinario que lo atiende, tiene todavía mucha vitalidad para seguir recorriendo los cuadrantes del barrio.









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